Trujillo, ciudad colonial
Trujillo nos enamora, con sus patios coloniales y su pasado preincaico. Las ruinas de civilizaciones anteriores a la inca nos descubren otra cara de la historia; esa que a veces es tapada por ese último imperio. Sus ventanas enrejadas de un pulcro blanco me recuerdan ligeramente al sur de España. La arquitectura de esta ciudad me tranquiliza pues me es cercana.
Trujillo es bella; con sus iglesias, sus casonas y su playa fría.
Huanchaco y su playa
Los caballitos de totora de Huanchaco, a una hora de Trujillo, adornan la figura incasable del mar. Esta costa es tranquila y su yogur y su arequipe típicos; dulces, dulcitos.
La cultura moche: la Huaca de La Luna y El Sol
Las ruinas de diversas civilizaciones enriquecen la historia del lugar. La cultura moche, representada de forma emblemática con la Huaca de La Luna y El Sol, llevaba a cabo unas construcciones faraónicas que siguen siendo un misterio hoy en día.
Los sacerdotes dominantes de cada era, encargados de someter cruelmente al pueblo, se enterraban tras morir junto a mujeres y niños, colocados allí, normalmente vivos, como ofrenda. Tras el entierro sellaban los pisos y, ¡otro sacerdote que venía a someter al pueblo!
Lo que se ve hoy en día son, en su gran mayoría, los restos de la última era ya que las anteriores están escondidas bajo tierra. Interesante su cultura y todos los misterios que aún quedan sin resolver. ¿Qué habrá tras esas capas de historia?
Civilización chimú: la fortificación de Chan Chan
Otro día aún fascinados por las historias de los moche, visitamos la fortificación de Chan Chan de la civilización chimú. Los chimú, descendientes de los moche, hacían muros más altos a forma de fortificación y creaban guardianes para protegerlos.
Los chimú adoraban a la luna ya que eran grandes pescadores y dependían de las mareas. Sus estructuras son más grandes y sus laberintos marcan sus ciudadelas, decoradas con motivos de animales y símbolos.
Trujillo es grandioso, originario del Trujillo de Extremadura, que aun así le hace buen honor a su nombre (no se nota que soy medio extremeña ni ná, ¿no?).
Máncora
Dejamos la grandeza arquitectónica de Trujillo para recibir a Máncora, ciudad costera conocida entre los surferos. Las buganvillas decoran sigilosamente este lugar costero del norte, esta ciudad ajetreada que sirve de descanso y de lugar de peregrinación para jóvenes hippies y surferos de todo el mundo.
Pasamos unos días tranquilos, relajados; de desayunos de pan con café y tardes de atardeceres intensos. Su larga playa permite darse unos paseos que permiten ver el día a día de los pescadores lugareños.
Subirse al faro y contemplar cómo se mueve la ciudad y su mar, es una buena forma de despedirse de Perú, ese primer país de este gran viaje, que nos acogió y nos enseñó sus entrañas, sin pudor y con entrega.
Viajar de Perú a Ecuador por tierra
En escasas 4 horas de viaje en bus estamos en Guayaquil, al sur de Ecuador, tras haber sellado el pasaporte en los dos países. El calor húmedo nos envuelve y ya somos conscientes de que hemos cambiado de ambiente, de que hemos cambiado de país.
Miramos atrás y nos vamos felices de Perú, con todo lo que nos ha dado, con todo lo que nos ha enseñado. Con sus ciudades, sus culturas vivas, su selva y sus montañas adoradas. Nos vamos, conscientes de que aún quedan historias por contar de este lindo país y nos quedamos con esta frase de José Maria Arguedas, novelista, poeta y antropólogo peruano:
Es inexacto considerar como peruano únicamente lo indio; es tan erróneo como sostener que lo antiguo permanece intangible… las culturas europea e india han convivido en un mismo territorio en incesante reacción mutua cuyo resultado es un producto humano que está desplegando una actividad poderosísima cada vez más importante: el mestizo. Hablamos en términos de cultura; no tenemos en cuenta para nada el concepto de raza.
Datos importantes para viajar por el norte de Perú
- Cómo ir a la Huaca de la Luna desde Trujillo: coger un bus/combi (1,5 soles) en Avenida España que dice Huaca. Entrada normal: 10 soles, de estudiante: 5 soles.
- Cómo ir a Chan Chan: coge un bus en dirección a Huanchaco en Avenida América Sur. Entrada normal: 10 soles, de estudiante: 5 soles.
- Cómo ir de Máncora a Guayaquil: autobús bachaquero (de trapicheos fronterizos) de El Sol. Es un bus en el que claramente se ve cómo la gente pasa objetos de todo tipo para vender a cuatro veces más en Ecuador. El precio más barato que encontramos: 90 soles (24,19 €). Es muy caro en comparación con otros trayectos del país pero es lo que hay. A veces nos encontramos cosas curiosas como que desde Guayaquil a Piura era más caro que de Guayaquil a Máncora, aún habiendo menos distancia. Sea como sea, siempre regatea en todas las ventanillas de la terminal (estación), suelen rebajar bastante desde su precio inicial.
- La frontera de Perú a Ecuador es totalmente segura. Se baja del bus, se sella en Perú y se sella en Ecuador, en dos ventanillas que están una junto a la otra. Ya está. No me hicieron muchas preguntas y aunque tenía un billete de avión ficticio como prueba de salida del país (que se puede hacer con Copa Airlines, creando una prereserva para casi todos los destinos de Sudamérica) ni siquiera me lo pidieron.