Extremadura, mi segunda tierra

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Del chotis a la jota de Extremadura

Recuerdo cuando iba de niña a mi pueblo de Extremadura y le decía a mí tía: «tita, yo quiero bailar ese baile típico de aquí», refiriéndome a la jota extremeña que bailaban los niños en las fiestas. Yo pasaba del chotis (baile típico de Madrid), me parecía muy aburrido y monótono. Me apetecía un baile más colorido, más gracioso, no bailar sobre una baldosa dando círculos (gatos, no se me ofendan).

Pasé todos los veranos de mi infancia y adolescencia en Cheles, un pueblo cerca de Badajoz en la frontera con Portugal, hasta que empecé a viajar sola. E el resto del año vivía en Madrid  y a parecía no encajar ni en un ambiente ni en el otro, me sentía atrapada entre realidades distintas.

La verdad es que llegó un momento en el que no me gustaba ir a mi pueblo porque por la diferencia de gustos o de edades nunca encajé en una pandilla. Sin embargo, a medida que he ido creciendo he ido apreciando las diferencias de mis dos hogares. Madrid me aporta las actividades culturales que hay, el movimiento, el arte, mientras que Extremadura me aporta calma y tranquilidad, allí no hay prisa.

Mi primer evento bloguero tenía que ser en Extremadura

Empecemos por el principio de este viaje, de esta jornada que empieza en mayo. Me apunté al Travel Bloggers Meeting (TBM) unas jornadas anuales de blogueros de viajes, que casualmente se celebraban en Plasencia. Ya había estado al norte de Extremadura pero esta era una clara señal de que tenía que volver y conocer mejor la zona.

Así que busqué una casa de couchsurfing (el mejor invento de la historia), un coche compartido y me fui. Resulta que los que llevaban el coche eran los blogueros de Viajamos Juntos que iban al mismo evento, coincidencias de la vida.

El primer día visitamos el Monasterio de Yuste y Garganta la Olla, un pueblo precioso de la Vera. El monasterio seguía ahí, tal y como yo lo recordaba, de unos 18 años atrás cuando lo visité con el colegio, pero más pequeño. Es lo que tiene volver a los sitios que fuiste de niña, que los recuerdas más grandes e impresionantes.

La historia: la misma. Carlos V se hincha a beber buen vino y a comer carne roja a saco, como buen rey que era y le da la gota. Se retira al monasterio para acabar sus días allí; escuchando misa desde su habitación y observando la naturaleza.

Monasterio de Yuste, Extremadura

Paseamos por Garganta la Olla, una zona donde según la leyenda habita la Serrana de la Vera que emborracha a los hombres y se los lleva a su cueva y ejem, los mata. No sé si será con esa intención pero el licor de higos que nos ha ofrecido un paisano está muy bueno.

Garganta la olla Extremadura

Evento Travel Bloggers Meeting en Plasencia

Una vez comienza el evento, ya en Plasencia, los nervios empiezan a visitarme, por mucho que intento echarlos no se van. Presento mi blog delante de todo el mundo y hablar en público siempre me da respeto da cague. Me tiembla la voz pero consigo transmitir la idea que tenía en mente.

TBMPLASENCIA

Más allá de mi participación como ponente en la presentación de mi blog, el evento me sirvió para darme a conocer y para ver otros puntos de vista y formas de escribir sobre viajes.

Actividades del TBM en Extremadura

El TBM está cargado de sorpresas y actividades para darnos a conocer mejor la zona así que hay que aprovechar la oportunidad.

Monté a caballo por primera vez

Solo había montado en poni a los diez años así que como que no cuenta. Esta actividad me sorprendió mucho. Fue muy bonito pasear entre jaras y encinas, vislumbrando Plasencia al fondo.

Si el video tiembla es porque yo también… no me fiaba mucho de mi destreza cogiendo las riendas del caballo con una mano y la cámara con la otra.

Conocimos Plasencia

Paseamos por la ciudad con un guía. Caminar por sus calles es vivir la tranquilidad, aquí no hay prisa.

Catedral Plasencia Extremadura

Hice barranquismo

Una de las actividades más divertidas que he hecho nunca. Acabé destrozada con agujetas durante dos días pero me encantó la experiencia. Rapelamos, nos tiramos de mil formas y nadamos en un agua congelada.

Barranquismo en Valle Jerte

Si queréis información más detallada de cómo es el barranquismo, os invito a que leáis la entrada de mis compañeros Jorge y María de O viaxadoiro. Todas las fotos son de Jertextrem, la empresa que gestionó la actividad y con la que estuvimos muy a gusto.

De Plasencia a Badajoz, Extremadura de norte a sur

Al terminar los tres días en Plasencia me voy en tren a Badajoz, tierra extremeña más conocida para mí ya que allí vive mi familia.

La zona del sur de Extremadura tiene muchas cosas que ofrecer también, os aconsejo que os guardéis unos días para bajar. Hasta hace unos años el centro de Badajoz no era tan seguro y estaba descuidado pero hoy en día perderte entre sus calles tiene su encanto; la alcazaba, la muralla y la plaza alta protegen al centro de forma sencilla y alegre.

Una vez llego a mi pueblo me dicen que va a haber un cuentacuentos y decido ir a verle. Me encantan sus historias, me sumerjo en sus palabras y me río con sus anécdotas. Una de las historias, que podíamos pedir escritas en un menú a modo de restaurante, la elegí yo porque era sobre la luna y dice así:

Al terminar me acerco a Patxi (Patxidifuso), el cuentacuentos, y le pregunto si puedo poner su video en mi blog, hablamos un rato, le doy mi tarjeta y resulta que era la misma persona que había hecho una visita teatralizada para los blogueros el mismo día que yo hice barranquismo.

Estas cosas me suelen pasar más cuando viajo, no sé, debe haber una fuerza superior que me conecta a un mundo cada vez más entrelazado.

En mi pueblo Cheles y sus alrededores hay mucho que hacer. En el mismo pueblo está el embalse de Alqueva, convertido en playa desde hace unos años. El verde de sus montes se mezcla con la arena artificial y el azul del embalse. Hay varias actividades para no aburrirse; desde patines acuáticos a la bola esa inflable en la que te metes y andas por encima del agua.

Ese mismo pantano que antes era río y que yo cruzaba de pequeña nadando con mi padre solo por saber cómo era Portugal. Ir a la otra orilla era todo un mundo para mí, quizás porque pensaba encontrar algo mágico o diferente cuando en realidad esa magia la llevaba yo en mi mirada inocente y aventurera.

La playa de Cheles en Extremadura

El embalse de Alqueva en Extremadura

Esta parte de Extremadura y Portugal han tenido mucha relación a lo largo de la historia; comercio, proyectos en común, amistades e incluso algún roce que otro. Sobre este tema hablé precisamente con María del blog Maruxaina y su mochila y Leticia de Trucos Viajeros que viven en la frontera de Galicia con Portugal.

Frontera de Portugal y Extremadura

Nos preguntamos por qué en general los españoles le tienen tanto desprecio a los portugueses, siempre mirándoles por encima del hombro. Es algo que no entendemos, coincidimos en que en nuestras fronteras tanto de Extremadura como de Galicia, la gente de ambos países se lleva bien aunque siempre esté el típico cerrado que critica lo ajeno como lo malo.

Yo creo que ese sentimiento de superioridad viene más de las zonas no fronterizas, del desconocimiento, de no saber cómo es en realidad el vecino. Quizás la historia haya dado pie a que se sientan así pero ¡la mayoría de los que hablan mal de Portugal nunca han estado allí! Dejemos atrás el pasado, ¡señores! ¡Viajen más!

Nunca he entendido esa rivalidad ni la entenderé, más que nada porque los portugueses en general te tratan como si estuvieses en tu casa, cuando aquí por desgracia no se les trata igual. Será esa mala costumbre española de compararse con el vecino y de dejarse llevar por el rencor o los roces del pasado, será.

Así me despido, reflexionando y con un sentimiento de pertenecer a un conjunto e invitándoos a que visitéis este lugar olvidado de España. Os invito también a que paséis la frontera y visitéis ciudades como Évora, Elvas y Monsaraz, con mucho encanto.

Pasad la frontera de Extremadura y eliminadla a su vez, pues las fronteras son eso, líneas imaginarias que fueron creadas en su momento y que algunos se empeñan en seguir sintiendo en su cabeza.

Embarcadero Cheles Extremadura

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Sigue viajando por España:

https://albaluna.es/destinos-viajeros-2/europa/espana

7 respuestas a “Extremadura, mi segunda tierra”

  1. ¡Qué fin de semana tan aprovechado! A noostros nos quedó pena de ir tan justos de tiempo y no poder ver más cosas pero solo por la «loca aventura» del barranquismo ya mereció la pena la viaje.Encantados de haberte conocido (y de haber cocinado y cruzado un barranco juntos ;-)) Fdo: Ciudadanos de la frontera super fans de POrtugal y sus habitantes

    1. ¡Pues sí, dio tiempo a todo! =) Me gusta ese nombre: ciudadanos de la frontera, lo pensaré para una peli o algo =D. Bueno, la próxima vez será, a mí también me falta por visitar la zona «vuestra» de Galicia, así que ahí lo dejo… ¡Encantada de haberos conocido también! ¡Ya sabéis, el cebollino une! jajaja ¡Bicos!

  2. ¡Vaya finde mas exprimido! Ya veo que al final no encontraste Blabacar 🙁
    Fue un placer conocerte y me lo pase en grande en el Barranquismo con todos vosotros. Espero que las ampollas de los dedos se curaran rapido!

    ¡Un abrazo!

    1. No fui solo el finde, me quedé tres días más en mi pueblo =) No, no encontré coche así que me fui en tren y fui muy a gusto, la verdad, hay algo sobre los trenes que me gusta y me tranquiliza. Las ampollas ya se fueron pero las agujetas, ¡tardaron dos días en irse! Pero bueno, sarna con gusto no pica. Un placer conocerte también aunque con la actividad no pudiéramos hablar mucho pero ¡fue muy divertido!

      ¡Un besooo!

    1. ¡Gracias! ¡No me lo digas dos veces que me presento allí y luego me tenéis que aguantar! Todo se andará… =) ¡un besazo!

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