Más allá de Medellín: sus pueblitos
Si bien Medellín merece que recorras sus calles y te empapes de su vida cultural durante unos días, sus alrededores no se quedan atrás. A lo largo y ancho de Colombia, los habitantes de estas tierras; conocidos como paisas, tienen la fama de ser los más amables y serviciales del país. Sinceramente, a mí me parece que es así en toda Colombia pero sí es verdad que en los pueblitos de alrededor, la vida va a otro ritmo.
Guatapé
A tan solo una hora y media de la ciudad, Guatapé nos alegra el día no solo con su pueblito sino con el orgullo de sus habitantes: El Peñon de Guatapé, una piedrita de «tan solo» 22 millones de m³. Espera…¡¿millones?!
También se conoce como El Peñol de Guatapé pero un amable paisano nos informó con una mezcla de orgullo y osadía que El Peñol es otro pueblo y que el peñon pertenece a Guatapé no a El Peñol. De hecho para que no hubiera confusiones, alguien empezó a escribir con orgullo Guatapé en blanco en la piedra pero al ser patrimonio cultural lo único que consiguieron fue dejar GI inscrito para siempre.
740 escalones después y con 15.000 pesos (actualizado 18.000 pesos en 2019) menos cada uno, llegamos a la cima. Subir poco a poco, ojeando el paisaje, solo te da más ganas de llegar a lo más alto para ver esa maravilla.
Una vez arriba vemos ese mar de agua dulce que un día engulló todo lo que encontró a su paso.
Descansamos y observamos esos alrededores que se han tenido que adaptar a los cambios, al desarrollo, a la evolución. Bajamos y andamos en dirección al pueblo de Guatapé, nos apetece ver el paisaje que rodea a la piedrita. Desde lejos, combinada con el entorno, destaca incluso más la muy presumida.
En una media hora llegamos al pueblo; cambiamos el azul del pantano por el colorido de los zócalos, otro orgullo para sus paisanos. Las fachadas de cada casita están decoradas con zócalos de distintos tipos que aluden a oficios, animales y monumentos. Perderse en sus calles es casi obligado.
Santa Fe de Antioquia
Ciudad madre de los paisas, antigua capital de Antioquia, Santa Fe representa un lugar clave para los paisas. Un pueblito colonial, por donde da gusto pasear y entretenerse con sus casitas y patios coloniales.
Santa Fe de Antioquia, un pueblo tan lindo y tranquilo que te baja la tensión de una vez. Aunque el calorazo que hace también debe ayudar… Cada piedra de estas callecitas me hace recordar otras ciudades y pueblos del continente, otras épocas.
Este pueblo es tranquilo, sumiso pero altanero. Sus piedras tienen arte, sus piedras tienen historia. Como historias tiene su pueblo que, sin dudarlo, compartirán contigo tranquilamente, sin prisa eso sí.
Su árbol típico es el tamarindo, algo que convierten en dulces y en un líquido parecido a la miel y que las señoras de la plaza venden con orgullo, con un orgullo muy dulce.
Es curioso cuando hablan de los españoles colonizadores y lo hacen con discreción, timidez y respeto para que no te ofendas. Ofenderme de qué, si yo no lo hice… La historia habla por sí sola. Me ha pasado varias veces en Colombia con este tema, hasta el punto en el que una guía nos dijo: «bueno, los españoles llegaron aquí y se hicieron dueños de lo que no era suyo» a lo que le contesté: «eso se llama robar, lo puedes decir». Se puso tan roja la pobre que no sabía dónde meterse…
Y yo que vine a Sudamérica con miedo de que me miraran como una ladrona de oro y usurpadora de tierras…
Pero no, a rasgos generales me trataron muy bien en Sudamérica por ser española, a parte de las típicas bromas cuando ya tienen confianza contigo. Hasta me sorprendieron varias veces con la frase tan extrema para mi gusto de: ¡Eres de la madre patria! De la madre… ¡¿qué?!
Con esos pensamientos rondándome la cabeza y comparando las distintas conversaciones que he tenido con los que me he encontrado en el camino (en especial sobre el 12 de octubre), pateo las calles de este pueblo como si no hubiera mañana.
Los santafereños, tan tranquilos ellos, comparten con gran destreza las novedades del pueblo mientras miran a la gente pasar. Me siento al lado y escucho ese acento tan, tan paisa que les caracteriza y sonrío.
Lo que he visto en estas callejuelas es precisamente lo que me contaron de Colombia antes de venir; la amabilidad, sonrisa y tranquilidad de su pueblo. La paz en sus rostros, la cordialidad en sus gestos. Ya te advierto que si te das una vuelta por los alrededores de Medellín, esa tierra paisa llena de encanto, encontrarás todo eso y más.
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Cómo ir de Medellín a Santa Fe de Antioquia y Guatapé
Datos para llegar a los pueblitos paisas alrededor de Medellín en bus (precios de 2019):
Medellín – Santa Fe: 11.000 COP con la empresa Gómez Hernández.
Santa Fe- Medellín: 10.000 empresa Sotrauraba.
Medellín – Guatapé: 13.500 pesos empresa Sotrasanvicente, te deja en la piedra a unos 10 minutos andando. También hay opción de subir en burro o tuk tuk. A la vuelta cogimos el bus a la salida del pueblo de Guatapé y cuesta más barato en la carretera que en taquilla (11.000).
Coste de la entrada a El Peñon de Guatapé: 18.000 pesos.
hola soy una paisa que actualmente vive en Venezuela. Me gustaria ir a el pueblo donde nacio mi abuelo. Añoro, melancolia!! que vaina, Hoome, bendito el Pueblo
¡Hola, Brenda!
¿En qué pueblo nació tu abuelo? Ojalá puedas ir algún día. La verdad es que toda Colombia es hermosa.
¡Un saludo y gracias por tu comentario!